Lo imposible muchas veces se vuelve real, solo hay que soñarlo con suficiente fuerza. Ese fue el caso de Eugene Merle Shoemaker , un científico brillante que dedicó su vida a estudiar los misterios del sistema solar y que tenía un deseo muy particular: viajar algún día a la Luna . Aunque en vida no pudo concretar ese sueño, el destino le reservó un final único. Hoy, es el único ser humano cuyos restos descansan en el satélite natural .
Shoemaker, apodado “el gran Gene”, fue un científico estadounidense nacido en Los Ángeles en 1928. Considerado el padre de la astrogeología , revolucionó la manera en que entendemos los cráteres lunares y la geología planetaria. Además, entrenó a los astronautas del programa Apolo, incluidos Neil Armstrong y Buzz Aldrin, y participó activamente