En tiempos de «tik- toker», «influencers» y demás usuarios de redes sociales, sigue demostrando, 15 años después de su recuperación, que su opción genuina y profunda es la literatura en estado puro sin concesiones a las veleidades mediáticas de internet, es decir, la literatura vital y descarnada fundamentada en los principios y en el pensamiento, la que no escribe para complacer al mercado del entretenimiento, sino más bien para provocar, para inquietar y remover conciencias desde la orfebrería del lenguaje y la palabra, y desde la vitalidad estética y moral de la tradición europea.
A la nómina de escritores como Cartarescu, , Liudmila Ulítskaya, Pascal Quignard y László Krasznahorkai, entre otros, el Formentor une la figura de la escritora, dramaturga y filósofa francesa , que ayer tar