ERP. Las movilizaciones protagonizadas por jóvenes de la Generación Z en distintas ciudades del país han sido, en su gran mayoría, pacíficas y legítimas expresiones del descontento social. Sin embargo, el Ejecutivo ha optado por un camino preocupante: en lugar de abrir canales de diálogo y reconocer el derecho constitucional a la protesta, ha decidido estigmatizar y criminalizar a quienes ejercen su ciudadanía, recurriendo a un discurso que los presenta como parte de organizaciones delictivas.
La respuesta del presidente del Consejo de Ministros, Eduardo Arana Yza, ilustra con claridad esta postura. En declaraciones recientes, el premier sostuvo que detrás de las protestas existiría “una mente criminal” que organiza a los manifestantes, les proporciona artefactos y “los dispara contra la