El gobierno de Benjamin Netanyahu anunció que había “detenido varios barcos de la flotilla” y que “los pasajeros están siendo trasladados a un puerto israelí".
, como se esperaba, fue interceptada a menos de cien millas de por la armada israelí. Un número impreciso de naves, las de mayor porte, terminaron su viaje invadidas por marinos del régimen sionista después de una tarea de ablande apenas entrada la noche del miércoles al jueves. La amenaza de abordaje se cumplió y los barcos que llevaban hacia Palestina alimentos, agua y medicinas no pudieron llegar al destino fijado . Su objetivo era abrir un corredor martítimo que permitiera entregar la ayuda. Pero el gobierno de Benjamín Netanyahu lo impidió, como ya lo hizo reiteradas veces por tierra con cargamentos semejantes que profundiza