La democracia occidental está en peligro no solo porque la extrema derecha pueda democráticamente abolirla si gana unas elecciones. La democracia puede acabar desmantelándose a sí misma si no sabemos corregir sus defectos y hacemos sistemáticamente un mal uso de ella. Tenemos la manía, en la Europa occidental de la posguerra, de poner la democracia como valor absoluto, cuando no es más que una de las posibles formas de gobierno , que ha sido sacralizada. Nos hemos creído que la democracia era la forma más evolucionada de gobierno posible y que todos los países acabarían transitando hacia ella de manera casi natural. En democracia, la humanidad en Occidente ha obtenido —dice nuestro propio mantra— las cotas más altas de igualdad y de bienestar económico y social, combinadas con una libert

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