Algunas imágenes se vuelven patrimonio de la memoria colectiva. Pocas llevan una firma tan reconocible como la de Annie Leibovitz , la fotógrafa que convirtió el retrato en arte y a las celebridades en figuras eternas.

Su cámara fue testigo de momentos irrepetibles. Como aquella foto de John Lennon, tomada pocas horas antes de su asesinato: desnudo, en posición fetal, abrazado a Yoko Ono, completamente vestida. O la célebre portada de Vanity Fair con Demi Moore embarazada y desnuda, una imagen replicada hasta el cansancio que rompió con lo establecido en los años 90.

Nacida en Connecticut, Estados Unidos, un 2 de octubre de 1949, logró convertirse gracias a un extraordinario talento en una de las retratistas más influyentes de las celebridades. Ella tiene la capacidad de convertir un

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