Amigos aficionados…
La verdad del toreo está en casa instante que se vive en el ruedo. Recordaba con unos aficionados hace poco la muerte de Paquirri, que ya lleva 41 años de haberse suscitado en Pozoblanco (26 de septiembre de 1986). El toro “Avispado” le infirió una cornada de la que no pudo volver Francisco Rivera.
Y se sigue contando esa historia llena de drama y sentimiento, especialmente por las imágenes en que se ve al de Zahara de los Atunes indicando a los médicos qué hacer ya que estaba en sus manos. Habremos visto ya cientos de veces partes de esos documentales que son testimonio de que la fiesta de los toros es verdad y que no habrá nunca nadie ni nada que le robe esa esencia.
El que se planta en la arena citando al burel, sea novillo, toro, becerro, está en riesgo. Le pasó