E l pasado miércoles, el Club de Industriales de Querétaro se convirtió en escenario de una noche singular en la que el arte y la filantropía se dieron la mano. La Fundación Mano Amiga, en colaboración con Pop Up Subastas, organizó una venta que rompió con los moldes tradicionales: más de 30 obras encontraron nuevos dueños bajo una curaduría fresca, irreverente y divertida.
La selección incluyó piezas de maestros consagrados como Pedro Friedeberg, David Alfaro Siqueiros, Francisco Toledo, José Guadalupe Posada y Rafael Coronel, junto con artistas de gran fuerza plástica como César Martínez, Fischer y Buenrrostro. El conjunto combinó serigrafías, giclée, óleos, acrílicos y grabados, ofreciendo un abanico que transitaba entre lo clásico y lo experimental.
Uno de los momentos más comentad