María Salomé Loredo y Otaola, viuda de Subiza , llegó de su España natal siendo adolescente a la Argentina, acompañando a su familia, que se instaló en la provincia de Buenos Aires. Desde pequeña mostró un especial interés por la vida espiritual llegando, en algún momento, a pensar en su ingreso a algún monasterio. No fue así. Se casó dos veces y enviudó otras tantas. Ya instalada desde hacía tiempo en la ciudad de Buenos Aires, buscando solución a difíciles problemas de salud, visitó –en su estancia El Porvenir, cercana a Pergamino– a Francisco Sierra , más conocido como Pancho Sierra o El Doctor del Agua Fría , un paragnosta que le hace varios vaticinios. En especial: “No tendrás más hijos de tu carne, pero tendrás miles de hijos de tu espíritu.”
Surge así “La Madre María ”, una