Si en la campaña orquestada por los grupos animalistas de este país para la derogación de la Ley 18/13 que declara la tauromaquia como patrimonio cultural y que ha sido presentada para su curso parlamentario ante la comisión de cultura del Congreso de los Diputados el pasado martes, lucía el eslogan de “ no es mi cultura ”, la siguiente reflexión es si ello legitima a los promotores para derogar, abolir, prohibir “ la otra cultura ”, la del diverso, la del distinto, la del diferente. La misma declaración de -No es mi Cultura- implica el reconocimiento de que la tauromaquia lo es y en consecuencia no discuten su valor cultural, sino que no es la que les gusta, lo que nos lleva al totalitarismo, al dogmatismo, a la censura y la pérdida de libertades.
Quienes se suben al carro de la ILP