Unas 2.000 andaluzas a las que se les detectaron lesiones “posiblemente benignas” en unas mamografías realizadas dentro del programa de cribado de cáncer de mama, y cuyo seguimiento quedó en el limbo durante meses, serán llamadas en los próximos días por el Servicio Andaluz de Salud para someterse a una segunda prueba de la que no habían sido informadas. Así lo ha confirmado este jueves la consejera del ramo, Rocío Hernández, después de reconocer, tras varias denuncias interpuestas por asociaciones de afectadas, retrasos en el sistema por un “fallo de información”.
Hernández, que pedía perdón por la situación, anunciaba la creación de un “circuito preferente” para atender a estas mujeres, y ha asegurado que el objetivo era contactar con todas ellas en un plazo de una semana. Desde el SAS