El ataque terrorista ocurrido este jueves en una sinagoga de Manchester, que ha dejado al menos dos muertos y cuatro heridos graves, pudo haber terminado peor si no hubiera sido por el rabino. Daniel Walker, que dirige la congregación de Heaton Park desde 2008, logró impedir la entrada del agresor mientras el templo estaba abarrotado de fieles por la festividad de Yom Kippur, el día más sagrado del calendario judío.

El presunto atacante, que fue abatido por agentes de la Policía, llegó al lugar en un coche atropellando a varias personas y, luego, salió y empezó a apuñalar a los que allí se encontraban. No obstante, también intentó entrar a la sinagoga, objetivo que no pudo cumplir debido a que el rabino bloqueó las puertas.

Walker, que tras el incidente fue visto fuera de la sinagoga con

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