El pasado sábado, Mauricio Hoyos , un reconocido científico marino mexicano de 48 años, vivió una experiencia límite mientras realizaba labores de conservación en las aguas de la isla del Coco, a más de 600 kilómetros de la costa continental de Costa Rica.

Durante una inmersión a 37 metros de profundidad , Hoyos marcó a un tiburón de Galápagos de 2,7 metros de largo con un arpón científico. Sin embargo, lo que inició como parte de una rutina de investigación se convirtió en una prueba de supervivencia: el animal reaccionó de forma defensiva y se abalanzó sobre él con la boca abierta.

En cuestión de segundos, la cabeza del investigador quedó dentro de las fauces del tiburón. Aunque el ataque pudo haber sido mortal, el depredador lo liberó casi de inmediato. Hoyos sufrió 27 heridas

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