El triple y bestial asesinato de tres jóvenes mujeres –Morena, Brenda y Lara– conmueve y paraliza a un país entero, ya que la atrocidad ha quebrado la paz pública. Por esa razón, es ineludible dar a la sociedad verdad; a las víctimas, reparación, y a los responsables, la condigna sanción que la ley y la conciencia reclaman.
La respuesta de la Justicia debe ser pronta, eficaz y categórica.
Es que la modalidad criminal escogida y el sufrimiento inhumano al que fueron sometidas las mujeres exhiben el rostro visible y particularmente perverso del sicariato. Tres jóvenes vidas arrebatadas de manera inclemente, con violencia indescriptible, alcanzadas en estado de indefensión por una rapiña criminal que no admite eufemismos ni relativismos.
La tragedia describe la geometría de una modalidad o