Murió al instante. Justo cuando un jovencísimo Robert Capa presionó su cámara para retratar la Guerra Civil española. Una bala atravesó la cabeza de Federico Borrel, el miliciano republicano que rápidamente se convirtió en un símbolo de la barbarie. Cayó fulminado, con los brazos en cruz. Sin margen de reacción. Aquella imagen, tomada el 5 de septiembre de 1936, tan precisa, ha sido objeto de debate en numerosas ocasiones. ¿La falseó? Nadie lo sabe. Ni lo sabrá. Pero forma parte del imaginario que el Círculo de Bellas Artes recrea en ICONS , la mayor retrospectiva sobre el fotógrafo que cambió la historia del fotoperiodismo . Por primera vez en España se muestran los originales de la agencia Magnum que fundó.

“Estas fotografías, incluso con sus imperfecciones, son el testimonio más fi

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