De la Colonia Penal nº 4 no se sale fácilmente.

Pese a que se la considera una prisión de seguridad media, sus gruesas puertas de hierro y sus imponentes muros rematados con alambres le dan un aire de prisión de máxima seguridad.

Dentro de sus muros se encuentran Andrii Askerov y Roman Chech, dos traficantes de drogas que fueron condenados por sus fechorías.

Pero ambos han conseguido una vía para salir de la cárcel antes de completar sus condenas: se alistaron en las filas del ejército ucraniano.

Pasarán un mes entrenándose con el ejército y, a cambio de ser liberados, lucharán “hasta que acabe la guerra”.

“No puedo imaginarme lo que se siente matar a un hombre, sólo lo he visto en películas”, confiesa Andrii, que ya ha cumplido 18 meses de condena.

Salir de la cárcel es obviamente l

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