Hace casi 30 años, fui gerenta general de una entidad estatal , en la que trabajé de sol a sol para mejorar su funcionamiento. Tras mi salida, hubo retrocesos que me dejaron un sabor amargo, al sentir que muchos esfuerzos se diluyeron rápidamente.

Esa misma sensación la tengo hoy para todo el Estado . Si bien durante varios años un grupo importante de profesionales se sumó al sector público con el objetivo de servir y brindar mejores servicios a los ciudadanos, en los últimos años los retrocesos en la gestión pública son evidentes: la calidad de los servicios se ha deteriorado, a pesar de que la planilla cada vez es mayor.

El Estado no debe seguir construyendo y gestionando colegios y hospitales. Debe ofrecer a los ciudadanos una o más opciones de calidad, con

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