La estructura del contrato le permite a Kuminga mantener control sobre su futuro cercano, ya que podrá negociar un nuevo acuerdo en el verano de 2026 si los Warriors o un posible equipo que lo adquiera deciden no ejercer la opción. Como parte del trato, Kuminga renunció a su cláusula de no traspaso, abriendo la posibilidad de ser movido a partir de enero.
Kuminga rechazó una oferta de tres años por 75 millones para preservar flexibilidad contractual. Durante meses, las negociaciones se mantuvieron estancadas, con Golden State ofreciendo distintas combinaciones, incluyendo un acuerdo de tres años por 54 millones totalmente garantizado, que fue descartado por el jugador y su equipo. Finalmente, los Warriors aumentaron su oferta original en 8 millones, elevando la propuesta a los 48.5 millon