María Branyas Morera , quien falleció a los 117 años, dejó un legado que va más allá de su longevidad: sus hábitos alimenticios y su microbioma ofrecen claves sobre cómo vivir más y con mejor salud .

Según un estudio publicado en Cell Reports Medicine , su intestino mantenía una diversidad de bacterias tan alta como la de adultos mucho más jóvenes, lo que podría haber contribuido a su resistencia y bienestar.

Uno de los secretos de Branyas fue su consumo diario de yogur . La supercentenaria comía tres yogures al día, cada uno con bacterias vivas que favorecen el crecimiento un grupo de microorganismos clave para la salud.

Este hábito, junto con su dieta mediterránea basada en frutas, verduras, legumbres, aceite de oliva y pescado, ayudó a mantener su microbioma activo y diver

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