Todos en algún punto de nuestras vidas nos hemos cruzado con una persona controladora , mínimo, y no hablemos de estar en contacto con alguna, porque quizás la queremos y es un rasgo que puede obviarse. Sin embargo, según la psicología existen graves consecuencias para aquellos que conviven con una, aquí los riesgos.
Consecuencias
La necesidad de control puede convertirse en un rasgo patológico, que si bien muchas veces logran ocultarlo, con el paso del tiempo salen a la luz y a veces es casi imposible retroceder. Por eso es muy difícil de detectar. Sin embargo, la peor parte se la llevan las personas que viven con ellos, ya que los dañan a niveles psicológicos muy duramente.
Diferentes efectos negativos en la salud mental que pueden aparecer:
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