Por Carlos Aletto
Cuatro días de libros —y cuatro noches de cielo narrado— hicieron de la 15ª Feria del Libro de Santiago del Estero algo más que una agenda: una experiencia. Sobre el Fórum Centro de Convenciones, cada anochecer un festival de drones dibujó figuras y consignas en el aire, mientras un mapping de imágenes trepaba la fachada como si las páginas se proyectaran sobre el edificio. Ese pulso visual acompañó un clima de conversación incesante: pasillos colmados, escuelas que entraban en columnas ordenadas, y un público que se quedaba a escuchar “una más”.
La inauguración, el miércoles 24 a las 20 en la Sala 1 “Bernardo Canal Feijóo”, marcó el tono: la conferencia de Liliana Heker abrió la feria con la naturalidad de quien vuelve a una casa conocida y la empuja a respirar mejo