Nadie imaginaba que esa noche se escribiría un nuevo capítulo en la historia de los Yankees .
Schlittler , un nombre que hasta hace poco era desconocido para muchos, se convirtió en el protagonista indiscutible del partido. Con una recta que rozó los 100.8 mph y 12 ponches en apenas ocho entradas, el joven lanzador no solo dominó a los Red Sox , sino que superó récords que ni siquiera leyendas como Gerrit Cole o Roger Clemens habían logrado en su debut postemporada. "Siempre quise jugar para este equipo" , confesó después del juego, con una mezcla de emoción y orgullo que dejó claro su compromiso con la franquicia.
El partido tuvo un momento clave en el cuarto inning, cuando los Yankees aprovecharon cada error defensivo de Boston para sentenciar el encuentro:
Un fly