Tal día como hoy del año 1700, hace 325 años, en Madrid, se hacía público el testamento que Carlos II, último rey de la estirpe Habsburgo hispánica. Había otorgado a favor de su sobrino francés Felipe de Borbón, futuro Felipe V. Carlos II, que después de dos matrimonios no había logrado engendrar descendencia, otorgaría testamento para resolver la cuestión sucesoria al trono hispánico. En ese testamento dijo "en caso de que Dios me lleve sin dejar hijos —como así acabaría siendo—, declaro mi sucesor al duque de Anjou (Felipe de Borbón) hijo segundo del Delfín (el primogénito y teórico sucesor de Luis XIV de Francia)".

Carlos II no había tenido descendencia porque estaba afectado por importantes déficits congénitos —físicos e intelectuales— que no habían sido un impedimento para c

See Full Page