Capital político
Adán, como fiera herida
Adrián Rueda
No se le ve al senador espantado y se da el lujo de desafiar a todo mundo.
Como presa acorralada, Adán Augusto López amenaza con desnudar el complot que —según él— se gestó en su contra; dice saber quién lo organizó y amenaza con darlo a conocer cuando lo considere oportuno.
Para nada se comporta como un cadáver político —a pesar de que todo mundo lo ve así—, y se concentra en dejar muy claro que como exsecretario de Gobernación tuvo acceso a mucha información de las áreas de Inteligencia del Estado, y que podría usarla si lo obligan.
Se da el lujo de amenazar al poder —venga de donde venga—, y ha dejado claro que no tiene intención de pedir licencia a su cargo como senador de la República y menos de dejar la coordinación de Mor