Hace diez años, la Dra. Kimryn Rathmell, oncóloga renal que entonces trabajaba en la Universidad de Vanderbilt, notó una tendencia sorprendente: muchos pacientes más jóvenes acudían a ella con cáncer de riñón, incluido un joven de 18 años con enfermedad metastásica, algo que la Dra. Rathmell nunca había visto en alguien tan joven.

Ella asumió que estos pacientes habían sido derivados desproporcionadamente a grandes centros oncológicos como el suyo. Pero esta primavera, cuando investigadores del Instituto Nacional del Cáncer publicaron un informe que mostraba que, entre 2010 y 2019, las tasas de 14 tipos de cáncer aumentaron entre las personas menores de 50 años en Estados Unidos, la importancia de su experiencia cobró relevancia.

“Me di cuenta de que lo que observaba era una tendencia ge

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