Madonna ha reaparecido en una entrevista, la primera en los últimos nueve años, y lo ha hecho de la mano de Jay Shette, que dedicó parte de su vida a ser monje en la India y ahora dirige un podcast en el que charla con personajes famosos sobre la fe. La cantante ha contado cómo su creencia en la Kabbalah le salvó en su peor momento, durante la separación del director Gay Ritchie con quien había compartido ocho años. Juntos tuvieron a su hijo Rocco Ritchie y fue la custodia del menor lo que hizo que la ruptura fuera un auténtico calvario.

«Hubo momentos en los que quería cortarme los brazos. De hecho, pensé en quitarme la vida», ha recordado la reina del pop. «Contemplé el suicidio. Eso probablemente suena muy raro viniendo de mí porque yo no soy emo, pero pensaba: 'Ya no puedo soportar es

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