Tal día como hoy, los regidores de Jaca registraban un hecho curioso: el gobernador de la ciudad, Jaime Silva Fernández de Íjar, Portugal y Portocarrero, regresaba de un viaje con toda su familia enferma , especialmente su hijo. Para recuperarse, pidió y obtuvo autorización del rey para trasladarse a unos balnearios en Francia, conocidos como Bagnères. La elección de lugar exacto permanece incierta: pudo ser Bagnères de Bigorre o de Luchon , ambos mucho más lejanos que los baños de Panticosa, a solo 53 kilómetros, lo que hacía el viaje notablemente más exigente.
Jaime Silva, segundón de una familia de marqueses, había sido gobernador de Pamplona antes de llegar a Jaca. Su carrera sufrió un traspié: contrajo matrimonio en segundas nupcias con Catalina Huarte sin pedir permiso al rey