Durante varias semanas, una de las vías más importantes del país, la que conecta a Bogotá con el oriente, ha estado en el centro de la polémica. El mal estado de la carretera, las inclemencias del clima y, más recientemente, las manifestaciones de la comunidad, han complicado aún más la movilidad por este corredor vial. La combinación de estos factores ha obligado a muchos transportadores y viajeros a tomar rutas alternas, lo que incrementa los tiempos de recorrido, costo de los peajes en la vía al Llano y, además, el valor de los pasajes.
En medio de la tensión, algunos han optado por bloquear el paso como forma de protesta, generando mayores afectaciones para quienes dependen de esta vía. Sin embargo, el Gobierno anunció una medida que podría traer un respiro temporal: la aplicación de