Los sueños están para cumplirse. Y Bruno Velázquez va camino a ello. Del barrio de Los Ceibos, González Catán , donde vivió toda su vida, el matancero de 22 años ya tachó uno de los grandes objetivos deportivos. El miércoles 24 de septiembre fue uno de esos días que se instalan en el hipocampo cerebral y que trascendió hasta las vitrinas de la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM). La Casa de Altos Estudios estuvo presente en los Juegos Universitarios Cordobeses y el estudiante deportista destacado se llevó la medalla de plata en tenis de mesa colgada en el pecho.
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De familia humilde, arraigado a su barrio del que no se fue nunca, aún vive con sus padres. Hizo el preescolar y s