La pasión es hereditaria. No hay otra forma de explicarlo y para muestra sobra detenerse en la historia de los Flores. Carlitos, el legendario piloto y preparador de las categorías regionales y Nicolás, su hijo más chico, recién haciendo sus primeros pasos en el automovilismo de pista, tras un paso ganador en el rally sanjuanino con el Torino. Los dos aman los autos, la velocidad, la nafta. Los dos andan a fondo y en esta última semana previa a la reactivación del autódromo El Zonda, aceleran afuera de la pista para poder tener listo el Fiat 128 de la categoría Promocional dentro de la cartelera del Zonal Cuyano. Falta tiempo y también recursos, pero Nico y su viejo saben que eso no los detendrá.

Poner en pista el 128 y con pretensiones de pelear las cinco primeras posiciones tiene un cos

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