La historia de Lindsay Cote, residente de Orlando, se ha convertido en un reflejo del miedo y la incertidumbre que atraviesan miles de familias inmigrantes en Estados Unidos.

Casada con José Rodríguez-López desde hace una década y madre de dos niñas pequeñas, tomó la decisión de dejar atrás su vida en Florida para mudarse a Honduras, el país de origen de su esposo, ante la posibilidad de que él sea detenido por las autoridades migratorias.

Una familia marcada por la incertidumbre

De acuerdo con lo revelado por Cote a WESH 2 News, Rodríguez-López llegó a Estados Unidos hace más de veinte años y desde entonces formó un hogar junto a Lindsay. Aunque no cuenta con antecedentes criminales, su situación migratoria se ha mantenido en un limbo legal.

Durante años la pareja buscó regularizar el

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