Cuando estudié mi licenciatura, -de las 35 o 40 materias que cursé-, la más difícil fue sin duda “Amparo”, en quinto año de la carrera.
Sin embargo, cualquier persona, creo yo, sabe lo que es el “amparo”; que si bien, -es un término jurídico bastante complicado de entender-, en el común de la gente, se sabe de él. Quizá no aplicado correctamente el término, pero apenas tiene alguien un problema legal, y todos a su alrededor le van a recomendar: “saca un amparo”. No necesitamos ser expertos en la materia o juristas de renombre, para saber que existe un instrumento legal de protección. Que ante un acto de autoridad, podemos recurrir al cobijo de la justicia.
Cobra entonces relevancia, lo que está ocurriendo estos días, a nivel legislativo, en tanto a las pretensiones de la Señora Sheinbaum