La fragilidad emocional de la política.
1. Cada uno en su burbuja de realidad.
El primer cuarto del siglo pasado tuvo a la Primera Guerra Mundial y a la Revolución Rusa como hitos y como mitos. Ambos procesos provocaron un mar de emociones en la arena política. La ansiedad, el odio, el miedo y la humillación nacional marcaron a fuego el resto del siglo. Ese clima de época alimentó procesos totalitarios y la política de los extremos.
La situación un siglo después es diferente pero tiene sus paralelismos. Tanto EEUU con Trump como el variopinto debate político europeo demuestran un malestar emocional que no reconoce fronteras. De hecho las fronteras en ambos casos se ven como fuente de intensas inquietudes sociales. Siempre con sus peculiaridades, como hace un siglo, Argentina está en sin