Entre otras tantas cosas la literatura a veces puede iluminar las zonas más oscuras de la realidad, nos habita los hechos con el lenguaje, pone palabras impensadas a sensaciones y con su estructura simbólica ayuda a pensar aquello que duele, que horroriza, que muchas veces escapa a las explicaciones inmediatas. Entonces, bajo el manto acogedor de la ficción, leemos los crímenes más terribles, las guerras más sangrientas, las muertes ajenas . Cuando en septiembre de 2025 Argentina se despertó con la noticia del triple feminicidio de Lara Gutiérrez (15), Brenda del Castillo (20) y Morena Verdi (20) , asesinadas con una brutalidad extrema por una célula narco en el conurbano bonaerense, la conmoción social se tradujo en marchas, gritos de justicia, a la vez que en comentarios horrorosos a
Las muertes propias

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