Nico Williams figura en la primera convocatoria diseñada por Valverde desde el 31 de agosto. Se antoja mucho tiempo sin competir para confiar en una reaparición estelar. De hecho, se desconoce qué plan le habrá preparado el técnico: titularidad con sustitución en la segunda mitad o un rato sobre la marcha y según cómo vaya el asunto. Se deposita en el extremo una fe ciega, como si fuera el remedio garantizado a todos los males , en especial a una inoperancia atacante cifrada en dos goles en 540 minutos. Pero serán necesarios más argumentos que la velocidad de Nico para impedir que los quince días posteriores al encuentro, sin liga en el calendario, discurran cual travesía por el desierto.

La vuelta a la rutina aparca lo excepcional, el festejo para ricos conocido como Champions. Esta t

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