Uno de los participantes del movimiento estudiantil cuenta cómo él y un amigo sobrevivieron a la matanza, pues parecían miembros del Batallón Olimpia

Karla Mora / El Sol de México y Aracely Martínez / Ovaciones

El ingeniero Javier Altamirano Ortiz atribuye a sus botas y su corte tipo militar haber sobrevivido a la matanza de Tlatelolco, pues ese día tenía un atuendo similar al de los soldados que entraron a la Plaza de las Tres Culturas, lo que, sospecha, hizo que el Batallón Olimpia no lo reconociera a la primera como uno de los manifestantes.

Su relación con el movimiento no sólo fue ideológica, sino también de logística, ya que él y sus amigos se encargaron de imprimir la propaganda que ninguna imprenta quería hacer por temor a sufrir represalias.

Más de 350 personas fueron acribill

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