Durante las tareas de construcción de una nueva vía en la parte posterior de la Catedral de Zamora ha salido a la luz un elemento histórico oculto bajo la superficie. Se trata de un aljibe tallado en piedra que conserva restos de una bóveda, lo que sugiere que formó parte de un sistema hidráulico antiguo vinculado al entorno catedralicio.

El descubrimiento ha llevado a las autoridades municipales a analizar con detalle la forma más adecuada de intervenir sobre esta estructura. La decisión no se tomará de forma inmediata, ya que está sujeta a la evaluación del Servicio de Patrimonio , que determinará el destino final del aljibe y su integración en el proyecto de la nueva calle.

¿En dónde fue hallado este aljibe abovedado y cuáles son las opciones ahora?

El aljibe ha sido localizado en la zona que conectará el Arco del Obispo con los jardines de Baltasar Lobo . Se trata de una cavidad excavada directamente en la roca, que incluye pequeños vestigios de una cúpula abovedada. La estructura aparece parcialmente enterrada y su posición coincide con el trazado de la futura calle.

Este tipo de depósitos cumplían una función esencial en la recogida y almacenamiento de agua. En el contexto histórico de Zamora, la presencia de un aljibe en este emplazamiento no resulta extraña, dado que la catedral y su entorno estaban provistos de infraestructuras hidráulicas para el abastecimiento y la conservación de agua de lluvia.

Ahora, el Ayuntamiento de Zamora ha remitido dos propuestas al Servicio de Patrimonio para decidir qué hacer con la estructura recién descubierta.

La primera consiste en documentar el aljibe, cubrirlo con un geotextil protector y volver a taparlo . De este modo, la obra podría proseguir sin modificaciones sustanciales y se garantizaría la preservación básica del elemento arqueológico bajo el terreno.

La segunda opción implica mantener el aljibe visible y visitable . Para ello sería necesario adaptar el proyecto de la calle a la presencia de la cavidad y garantizar la seguridad de la zona mediante la instalación de una barandilla perimetral de acero macizo.

Además, habría que contemplar tareas periódicas de limpieza y evacuación de aguas pluviales, ya que la estructura quedaría a la intemperie.

El aljibe de la catedral de Zamora, ahora en una evaluación patrimonial pendiente

La decisión definitiva sobre el futuro del aljibe está en manos del Servicio de Patrimonio. Tanto el Ayuntamiento como la empresa constructora han manifestado que acatarán lo que se determine en este ámbito técnico y legal.

Según ha indicado el alcalde, Francisco Guarido, «la obra no se parará» , aunque la resolución podría influir en la planificación temporal.

En este momento, la evaluación patrimonial debe determinar si la conservación visible del aljibe es compatible con la continuidad del proyecto urbanístico. Este análisis incluye factores estructurales, de seguridad y de mantenimiento a medio plazo, además de la relevancia arqueológica del hallazgo.

Un hallazgo que amplía lo que se sabía del patrimonio hidráulico de Zamora

El descubrimiento de este aljibe permite añadir nueva información sobre las infraestructuras hidráulicas existentes en el entorno de la Catedral de Zamora.

Y es que estas construcciones servían para recoger, almacenar y distribuir agua en una época en la que la gestión del recurso era esencial para la vida cotidiana y para las actividades litúrgicas.

La localización exacta del depósito, su morfología excavada en la roca y los restos de la bóveda pueden ofrecer datos valiosos sobre las técnicas constructivas empleadas y sobre la evolución histórica del conjunto catedralicio.

A su vez, la posible conservación visible del aljibe abriría la puerta a futuras investigaciones arqueológicas más detalladas.

Mientras se espera la resolución oficial, las obras continúan en el resto del trazado . La intervención en torno al aljibe queda pendiente de la decisión patrimonial, que determinará si se opta por su integración como elemento visible o por su protección subterránea.