HACE algunos ayeres, en este mismo espacio editorial, el redactor que era un genio para el periodismo, fallecido en 2022 por culpa del virus que ya conocimos, bromeaba en Día de los Inocentes con una tala de árboles en el Monte de Piedad, como acto de autoridad para eliminar la simpática especie de coyotes que rondaba allá por los alrededores…
OBVIO, el hipotético caso ocurría 26 años antes de la segunda huelga de verdad en el Monte de Piedad, y de la proliferación de “coyotes” que venden citas alrededor del SAT…
AHORA, de nuevo hay preocupación por la tala de árboles, pero en esta ocasión es real, porque resulta que misteriosamente “se cayeron con el aire” algunos árboles en serie en la Colonia Burócratas del Estado, allá por el rumbo de los dominios del Sindicato Único de Trabajadores