Hay amores que nacen en la contradicción, en esa tensión eléctrica que se esconde detrás de un enfrentamiento. Así empieza Culpa mía, con Noah y Nick como dos fuerzas que se repelen pero que el destino obliga a compartir un mismo techo . Ella es impulsiva, cerrada, marcada por la desconfianza; él, distante y arrogante, tan seguro de sí mismo que parece blindado al sentimiento . Pero a medida que los días avanzan, algo empieza a quebrarse en esa coraza. Lo que era irritación se convierte en curiosidad, lo que parecía fastidio se transforma en deseo. Y ese cambio, narrado sin palabras, con apenas gestos y miradas, es lo que vuelve a esta historia tan magnética.
La película se apoya en una química que no se fuerza: Nicole Wallace y Gabriel Guevara logran capturar ese tipo de conexión qu