¡Qué dice la juventud!», expresa Kali Soukouna a modo de saludo a quienes van entrando a su recién estrenada frutería , en el barrio de Las Torres . Corta queso artesano de la Isla e invita, uno a uno, a probarlo. Detalles propios de una inauguración que hacen las delicias de sus clientes y cultivan la fidelidad.

«Qué bueno está», dice una de ellas. «A mí el otro día me invitó a sandía y aquí estoy de nuevo», dice otro de ellos. Kali no olvida sus raíces y eso lo ha reflejado en el nombre de su negocio: El Cayuco . Llegó a Gran Canaria en una patera. Tampoco olvida aquella dura travesía. «Tenía 14 años. Cuando ves la desesperación de tu familia, la de tu madre y tus hermanos, y no ves la salida, te lanzas a eso».

Aquella barquilla supuso un riesgo, pero también la oportunidad

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