En el extremo oriente del país se esconde un tesoro natural de ríos, bosques y llanuras que parece olvidado por el Estado. Sus habitantes, más de 120.000, dicen que desde Bogotá se toman decisiones que los afectan y hoy los tienen como el departamento con más pobres multidimensionales. Un equipo de El Espectador visitó la región en medio de la reciente ola invernal de julio y agosto, cuando los sentimientos de abandono y desesperanza crecían al ritmo de las inundaciones.
Vichada: así se vive en el rincón más pobre e ignorado de Colombia

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