El primer nombre era Fede Valverde y cuando se cantó su nombre por megafonía, el público le aplaudió, haciendo que olvidaba todolo pasado. A lo mejor es que tampoco había pasado nada, porque el uruguayo se colocó en la banda derecha, como lateral derecho y ahí se pasó todo el partido. Su sitio hasta que Xabi Alonso recupere a alguno de sus laterales derechos.

El segundo nombre era Vinicius , siempre en la mira: porque se enfada, porque no le sale, porque no juega o porque lo hace. Entre tanto, se estaba olvidando (él y todos) que si se pone a ello es un futbolista decisivo de primer nivel, único para romper defensas y equipos ordenados como el Villarreal de Marcelino . Se echaba de menos el Vinicius que lo intenta y al que, además, acompaña la suerte (pero eso ocurre cuando, como

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