Después de regresar de un gira europea, a finales de 2023, el cantante Antonio Orozco se reunió con su manager y canceló 111 conciertos de golpe, programados para el año siguiente. «Intenté encontrar las palabras adecuadas para expresar el miedo, la frustración y la certeza que había estado evitando durante meses, quizás años, y que en los últimos días había aflorado de una forma nueva», escribe Orozco. No se sentía bien. Le atenazaba un malestar general y la ansiedad, que todavía hoy le acompaña, como «desde hace meses». Vivía bajo un «ritmo frenético» y «detenerse se percibe como un acto de rebeldía» en la industria musical.

Lo cuenta en 'Inevitablemente yo' (Planeta), una crónica en primera persona sobre «cómo en un año ha cambiado y mejorado radicalmente mi vida», aunque, dice, «no es

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