Matanza de las Oteros volvió este sábado a cumplir con la tradición de ese 'chaparrón' de avellanas tan único que cae del cielo siempre al inicio de octubre. Unas avellanas que solo 'llueven' en sus fiestas patronales, las dedicadas a su patrona La Cañamona, nombre que dan en este localidad a la Virgen del Rosario a la que honran cada año en Matanza de los Oteros con unas fiestas cuya bandera es la tradición. Unas fiestas que arrancaron el viernes y que se alargarán hasta el martes con una gran variedad de actos organizados por el Ayuntamiento para todas las edades con el objetivo de honrar a La Cañamona como se merece. El pueblo se reunió a las cinco de la tarde a las puertas de casa del mayordomo de la Cofradía de Nuestra Señora del Rosario –el señor Rodríguez Martínez (Jandrín) este año

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