En la 1 1° Expo Industrial y Comercial, Naique Mazquiaran reconstruyó el camino de Orizon : una planta que envasa agua mineral al pie de un manantial patagónico , genera empleo anual en Río Mayo, profesionaliza procesos con auditorías exigentes y ya exporta a Chile. “El agua mineral tiene que envasarse en origen; no hay que modificarle nada”, subrayó.
“Nosotras somos cuarta generación de la familia, pero de Orizon somos la segunda ”, situó Naique. La meta: agregar valor a los recursos de la Patagonia y acompañar la ganadería con una actividad complementaria. Antes, ese espíritu derivó en Guenguel, proyecto que trabaja con fibra de guanaco, la segunda fibra preciosa del mundo. Con el agua, la ecuación económica cerró mejor.
El impulso llegó desde una anécdota de campo: un peón con