Aquella expresión según la cual “la muerte viaja en dos ruedas” ha sido utilizada desde hace tiempo en diversas latitudes. Pero a la luz de las más recientes estadísticas tal parece que esa es una realidad cada vez más notoria en América Latina.
Y es que mientras se observa una reducción en los siniestros atribuibles a buses y automóviles, los datos disponibles muestran una tendencia inequívoca de aumento en las fatalidades por cuenta de las motocicletas. Según un informe de la Organización Panamericana de la Salud, la participación de estos vehículos dentro de los decesos atribuibles al tránsito pasó del 8 al 46 por ciento entre 2009 y 2023 en la Zona Andina, mientras que en el Cono Sur lo hizo del 14 al 36 por ciento y en el Caribe hispanohablante del 12 al 64 por ciento en el mismo lap