Echando mano de una estrategia –con dejo de chantaje– que ya le dio réditos en el pasado, cuando salió avante la reforma laboral, el Gobierno de Gustavo Petro está estudiando si promueve otra consulta popular para darle un empujón a la reforma a la salud.
Lo anterior, pese a que esa intentona puso en jaque la separación de poderes, desató la faceta más combativa y agresiva del mandatario e, incluso, tuvo de por medio un “decretazo” que implicó saltarse al Congreso —por no hablar de su costo: 750.000 millones en plena temporada electoral—.
La revelación la hace, en diálogo con EL COLOMBIANO, el ministro del Interior, Armando Benedetti , quien deja ver entre líneas que el objetivo no es otro que v olver a presionar al Legislativo y sacar adelante el proyecto , apalancados