La depresión es cada vez más común, hasta el punto de que a veces se la describe como una epidemia . En el Reino Unido, el 11,3 % de las personas presentan síntomas depresivos leves, el 4,2 % moderados y el 3,3 % graves. En España, este trastorno de salud mental es el más frecuente de todos, con casi 3 millones de personas diagnosticadas, según JNJ Contigo.

«Muchos conocemos a alguien que sufre de depresión leve o moderada, o incluso nosotros mismos podemos padecerla. A menudo, p robamos diversas medidas para aliviarla , como antidepresivos, terapias de conversación, meditación o ejercicio. Un tratamiento común son los productos de venta libre (OTC), ampliamente disponibles y accesibles en supermercados, farmacias, tiendas de alimentos saludables y en línea», ha indicado Rachael Frost, es licenciada en Medicina Herbaria y actualmente, es profesora titular en la Universidad John Moores de Liverpool, quien ejerce la Medicina Herbaria a tiempo parcial.

La investigadora británica es la principal autora del estudio en el que ella y sus coautores han analizado la evidencia actual sobre los productos de venta libre para la depresión. En total han estudiado 200 ensayos clínicos .

La mayoría de la gente ha oído hablar de la hierba de San Juan y los omega-3. Pero ¿sabías que existen muchos más productos herbales y suplementos de venta libre (OTC) para tratar la depresión? En la revisión de ensayos clínicos de estos productos, llevada a cabo por el equipo de Frost y publicada en ‘Frontiers in Pharmacology’,F se desvela que no todos de los 64 productos de venta libre que se han evaluado para la depresión en distintos estudios científicos han logrado niveles de evidencia suficientes sobre su efectividad.

Pero sí algunas opciones conocidas, como la hierba de San Juan, el azafrán y los probióticos, que mostraron resultados alentadores, a veces comparables a los de los antidepresivos. También muestran resultados prometedores en los trabajos que los han analizado otras opciones, como el ácido fólico , la lavanda y la melisa. Si bien se reportaron en los trabajos pocos problemas de seguridad en todos ellos, los investigadores insisten en la necesidad de realizar más estudios, especialmente sobre remedios herbales de uso común, dado que solo unos pocos de ellos que han sido estudiados funcionan.

Una lista interminable

«Una vez que empiezas a buscar qué producto de venta libre podría ser útil, la lista se vuelve interminable. Esto es especialmente cierto si lees blogs en línea o ves la promoción de diversos productos en redes sociales. ¿Cómo sabemos qué está basado en la evidencia? ¿Qué productos son efectivos? ¿Son seguros?», ha señalado Rachael Frost en un comunicado. Y ha insistido: «Dada mi experiencia, naturalmente me interesó entender qué productos podrían ser útiles y dónde debería centrarse la investigación a continuación».

La investigadora y su equipo revisaron 23.933 registros de estudios y 1.367 artículos. «En total, encontramos 200 ensayos clínicos que evaluaron 64 productos de venta libre para la depresión, en casos en que el producto se tomó durante más de una semana. Nos centramos en la forma más rigurosa de evaluar la eficacia y la seguridad. Se incluyeron estudios en adultos de entre 18 y 60 años con síntomas o diagnóstico de depresión. También verificamos si existía un sesgo de edad mediante la revisión por separado de ensayos en personas mayores, y lo encontramos. Este proyecto forma parte de una serie más amplia de estudios que también analiza productos para la ansiedad y el insomnio», ha documentado.

Clasificar los productos de venta libre puede ser complicado: cada país tiene distintas normativas, y algunos productos son comunes en algunos lugares, pero no en otros.

Los hallazgos

«Anticipábamos muchos estudios, pero ¡más de 200 fue más de lo esperado y por eso solo hicimos el escrutinio de 200! Tuvimos que contratar a un becario para que nos ayudara a analizar los hallazgos. Los trabajos no siempre fueron sencillos : algunos probaron múltiples dosis o productos, otros se complementaron con antidepresivos y, en algunos ensayos, las personas presentaban diversas afecciones físicas además de la depresión. Agrupamos nuestros hallazgos en productos con evidencia sustancial (más de 10 ensayos), evidencia emergente (entre dos y nueve ensayos) y sólo ensayos individuales», ha enfatizado.

Los productos con evidencia sustancial son los bien conocidos: omega 3 (39 ensayos), hipérico (38), probióticos (18) y vitamina D (14), así como el azafrán (18), que es importante en Medio Oriente y partes de Asia.

En comparación con el placebo, m enos ensayos con omega-3 encontraron efectos para la depresión que aquellos que los hallaron . Sin embargo, la hierba de San Juan y el azafrán mostraron efectos con mayor frecuencia que el placebo, y resultados similares a los de los antidepresivos comumente recetados. Los probióticos y la vitamina D tuvieron mayor probabilidad de reducir los síntomas depresivos que el placebo.

De los 18 productos con evidencia emergente, el ácido fólico, la lavanda, el zinc, el triptófano, la rodiola y la melisa fueron los más prometedores. La naranja amarga, la lavanda persa y el té de manzanilla también mostraron efectos positivos en dos ensayos cada uno. Algunos productos que están ganando popularidad, como la melatonina, el magnesio y la curcumina, mostraron efectos mixtos sobre la depresión en múltiples ensayos clínicos.

También se encontraron resultados mixtos para la canela, el echium, la vitamina C y una combinación de vitamina D y calcio. Los prebióticos, que apoyan las bacterias beneficiosas en nuestro intestino, y un suplemento llamado SAMe no parecieron ser mejores que el placebo. 41 productos solo contaban con un único ensayo disponible. Esto es útil como punto de partida, pero no nos proporciona evidencia concluyente, ha explicado la investigadora.

«Es una buena noticia que se hayan presentado muy pocos problemas de seguridad con estos productos, ya sea que se tomaran solos o en combinación con antidepresivos. Sin embargo, siempre se debe consultar a un profesional de la salud sobre la posible interacción de un producto con otro medicamento que se esté tomando. Es fundamental un mayor nivel de información sobre la misma en los ensayos clínicos: solo 145 (69 %) de los estudios examinados informaron de forma completa sobre los efectos secundarios de los productos», ha insistido la investigadora.

De cara al futuro

Si bien 89 ensayos probaron productos en combinación con antidepresivos, pocos analizaron si tomar OTC durante el uso de las terapias conservadoras tiene un efecto adicional. Además, sólo hubo un estudio que analizó si tomar un OTC (ácido fólico) ahorraba dinero al sistema de salud; no fue más efectivo que el placebo ni generó ahorros, pero conocer más sobre esto sería útil en el futuro.

Por lo tanto, tenemos evidencia relativamente concluyente para algunos productos. «Al analizar encuestas sobre los que consume la gente habitualmente, la manzanilla, la lavanda, la melisa y el echium surgieron como productos de consumo común con una creciente base de evidencia, que recomendamos estudiar más a fondo. Otras hierbas medicinales de uso común para los síntomas depresivos son el ginseng, el ginkgo, las flores de tilo, el azahar y la menta piperita, pero ningún estudio ha evaluado estos productos. Por lo tanto, nuestro estudio ha sido pionero en la exploración de las investigaciones necesarias para evaluar con mayor profundidad estos productos sanitarios de uso generalizado en el futuro», ha sentenciado.