Partimos de una convicción realista: el capitalismo democrático, con sus errores e injusticias es, no obstante, y bajo ciertas condiciones, la única alternativa viable para Occidente. La que resulta compatible con su cultura y su historia. Reflexionar sobre esas condiciones es clave. Se plantean algunas cuestiones apremiantes, que discuten los politólogos: cuál es el fundamento de este sistema y cuáles son las fronteras que, si se traspasan, lo desnaturalizan sin remedio; por qué el liberalismo democrático atraviesa una etapa de severos reparos que, aunque el contexto sea muy diferente, recuerdan los que sufrió en la primera mitad del siglo pasado. Por último, aunque no lo último, cuáles fueron los problemas que se generaron desde adentro para que las democracias se debilitaran dando lugar
La batalla que se libra en la Argentina

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