El hermano de mi bisabuelo era un extravagante; pedía que le pagaran en oro. En Madrid lo llevaban de un lado para otro en coche de caballos. Cuando una casa costaba 250 pesetas, él ganaba 50 por actuación, dice Antonio Núñez , al recordar a Juan Breva (Antonio Ortega Escalona, considerado el más grande de los cantaores de Málaga).
Mi familia es de Vélez-Málaga; mis padres fueron maestros rurales en Almayate, o en Setenil de las Bodegas (Cádiz). El obispo de Málaga Ángel Herrera Oria , un hombre con inquietudes sociales, había puesto en marcha las escuelas-capilla rurales en pequeños núcleos y cortijos aislados; los maestros sabían hasta poner inyecciones. Mis padres, como maestros, cobraban 1.200 pesetas y eso no les alcanzaba para sostener una familia. Mi padre decidió entonces in